Su concepto parte de una arquitectura funcional, donde cada metro cuadrado responde con precisión a las necesidades del personal médico y al bienestar de los pacientes. El diseño interior promueve la calma y la confianza, con una distribución limpia, recorridos intuitivos y materiales que transmiten pulcritud sin frialdad.
La luz natural baña las áreas de espera y consulta, favoreciendo una atmósfera serena. Las transiciones entre espacios son suaves y ordenadas, reflejando una arquitectura que no solo organiza el espacio, sino también las emociones. Pragma es claridad, confort y profesionalismo convertidos en forma construida.